LAS DIFERENTES FORMAS DE SOLEDAD EN LAS PERSONAS MAYORES Y LA IMPORTANCIA DE LOS VÍNCULOS SOCIALES EN LA ERA DIGITAL

Con el aumento de la esperanza de vida, la cuestión de la soledad entre las personas mayores se ha convertido en un importante problema social. Este fenómeno, aunque a menudo silencioso, afecta a un número creciente de personas mayores en Francia y en todo el mundo. Comprender las distintas formas de soledad que afectan a esta población es esencial para responder mejor a ella, sobre todo desde que tecnologías como la videoconferencia ofrecen ahora soluciones concretas para romper el aislamiento.

Las múltiples caras de la soledad

La soledad de los mayores puede adoptar muchas formas:

  • La soledad social, que resulta de la falta de contactos o relaciones regulares. Suele producirse tras acontecimientos vitales importantes: muerte del cónyuge, separación de los hijos, jubilación, pérdida de autonomía o traslado a una estructura de acogida.
  • La soledad emocional, incluso en presencia de otras personas, se caracteriza por un sentimiento de vacío emocional o falta de conexión profunda y significativa.
  • Aislamiento geográfico, cuando los familiares viven lejos o la movilidad es reducida (problemas de salud, falta de transporte, entorno inadecuado).
  • Aislamiento digital, vinculado a la brecha tecnológica que impide a algunos mayores acceder a los medios modernos de comunicación.

Un fenómeno que crece rápidamente

En Francia, según el informe 2021 de la Fundación de Francia, más de 4 millones de personas mayores de 60 años se sienten solas. De ellas, cerca de 900.000 sufren un aislamiento social grave, y casi nunca ven a sus seres queridos ni tienen interacciones sociales regulares.

En todo el mundo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que 1 de cada 3 personas mayores se siente sola. Esta cifra tiende a crecer con el envejecimiento de la población mundial: en 2050, una de cada seis personas tendrá más de 65 años.

La soledad no es sólo un problema psicológico: tiene consecuencias directas sobre la salud. Aumenta el riesgo de depresión, enfermedad cardiovascular, deterioro cognitivo e incluso muerte prematura. Un estudio publicado en Perspectives on Psychological Science (2015) descubrió que el aislamiento social aumenta el riesgo de muerte prematura en un 26%.

Videollamada, un vínculo vital frente a la distancia

ada la lejanía geográfica de las familias, las herramientas digitales pueden desempeñar un papel esencial. La videoconferencia, en particular, permite recrear una forma de presencia a pesar de la distancia. Ver el rostro de un ser querido, compartir un momento en directo, aunque sea a través de una pantalla, reconforta de verdad y refuerza los lazos afectivos.

Estas herramientas también son valiosas en caso de duda: cuando una persona mayor no contesta al teléfono o parece estar angustiada, una videollamada permite a un familiar o a un profesional ver su estado, comprobar las condiciones de vida o intervenir rápidamente si es necesario.

Se están poniendo en marcha muchas iniciativas que combinan el apoyo digital y la lucha contra el aislamiento. Algunas asociaciones, como Les Petits Frères des Pauvres, han establecido sistemas de llamadas regulares, a veces en vídeo, para recrear los lazos sociales. Las autoridades locales también están equipando las residencias de ancianos con tabletas simplificadas con videollamadas integradas.

Conclusión

La soledad de las personas mayores es una realidad compleja, polifacética y de gran alcance. En una sociedad cada vez más digital, herramientas de comunicación como la videoconferencia se están convirtiendo en valiosos aliados para mantener los vínculos sociales, incluso a distancia. También es necesario apoyar a las personas mayores en su uso y adaptar estas tecnologías a sus necesidades. Porque más allá de las herramientas, es el calor del vínculo humano lo que sigue siendo la clave para combatir el aislamiento.

LAS DIFERENTES FORMAS DE SOLEDAD ENTRE LAS PERSONAS MAYORES Y LA IMPORTANCIA DE LOS VÍNCULOS SOCIALES EN LA ERA DIGITAL

Con la prolongación de la vida, la soledad de las personas mayores se ha convertido en un problema social de primer orden. Este fenómeno, aunque a menudo silencioso, afecta a un número creciente de personas mayores en Francia y en todo el mundo. Comprender las distintas formas de soledad que afectan a esta población es esencial si queremos responder más eficazmente, sobre todo porque la tecnología, en particular la videoconferencia, ofrece ahora soluciones prácticas para romper el aislamiento.

Las múltiples caras de la soledad

La soledad entre los ancianos puede adoptar muchas formas:

  • Soledad social, que resulta de la falta de contactos o relaciones regulares. Suele producirse tras acontecimientos vitales importantes: la muerte del cónyuge, la separación de los hijos, la jubilación, la pérdida de independencia o el traslado a un centro asistencial.
  • La soledad emocional, incluso en presencia de otras personas, se caracteriza por un sentimiento de vacío emocional o la falta de una conexión profunda y significativa.
  • Aislamiento geográfico, cuando los familiares viven lejos o la movilidad es reducida (problemas de salud, falta de transporte, entorno inadecuado).
  • Aislamiento digital, vinculado a la brecha tecnológica que impide a algunos mayores acceder a los medios modernos de comunicación.

Un fenómeno de rápido crecimiento

Según el informe 2021 de la Fundación de Francia, más de 4 millones de personas mayores de 60 años se sienten solas en Francia. De ellas, casi 900.000 se encuentran en una situación de aislamiento social intenso, apenas ven a sus seres más queridos o no tienen ninguna interacción social regular.

En todo el mundo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que 1 de cada 3 personas mayores sufre soledad. Esta cifra aumentará a medida que envejezca la población mundial: en 2050, una de cada seis personas tendrá más de 65 años.

La soledad no es sólo una dolencia psicológica: tiene un impacto directo en nuestra salud. Aumenta el riesgo de depresión, enfermedades cardiovasculares, trastornos cognitivos e incluso muerte prematura. Un estudio publicado en Perspectives on Psychological Science (2015) demostró que el aislamiento social aumenta el riesgo de muerte prematura en un 26%.

El vídeo, un vínculo vital frente a la distancia

Las herramientas digitales pueden desempeñar un papel esencial para ayudar a las familias que viven más alejadas. La videoconferencia, en particular, ayuda a recrear una sensación de presencia a pesar de la distancia. Ver el rostro de un ser querido, compartir un momento en directo, aunque sea a través de una pantalla, aporta un consuelo real y refuerza los lazos afectivos.

Estas herramientas también son inestimables para aclarar cualquier duda: cuando una persona mayor no contesta al teléfono o parece estar angustiada, una videollamada permite a un familiar o a un profesional comprobar su estado, verificar las condiciones de vida o intervenir rápidamente si es necesario.

Están surgiendo numerosas iniciativas que combinan el apoyo digital con la lucha contra el aislamiento. Algunas asociaciones, como Les Petits Frères des Pauvres, han creado sistemas de llamadas regulares, a veces mediante vídeo, para recrear vínculos sociales. Las autoridades locales también están equipando los domicilios de las personas mayores con tabletas simplificadas con videollamadas integradas.

Conclusión

La soledad entre las personas mayores es una realidad compleja y polifacética con consecuencias de gran alcance. En una sociedad cada vez más digital, herramientas de comunicación como la videoconferencia se están convirtiendo en aliados inestimables para mantener los vínculos sociales, incluso a distancia. Pero todavía tenemos que apoyar a las personas mayores en su uso y adaptar estas tecnologías a sus necesidades. Porque más allá de las herramientas, la calidez del vínculo humano sigue siendo la clave para combatir el aislamiento a largo plazo.

NUEVOS MAYORES: UNA GENERACIÓN EN BUSCA DE ASISTENCIA INNOVADORA

Los mayores de hoy no son como los de ayer. Más activos, conectados y exigentes, estos «nuevos mayores» están desafiando los códigos del acompañamiento tradicional. Muchos, tras haber adquirido servicios de teleasistencia para sus padres, deciden ahora invertir en soluciones innovadoras para ellos mismos. Una transición que refleja su compromiso de seguir siendo independientes al tiempo que adoptan tecnologías modernas y personalizadas.

  1. Nuevos mayores: una generación conectada y proactiva

A diferencia de sus padres, los nuevos mayores suelen estar familiarizados con las herramientas digitales. Ya utilizan smartphones, aplicaciones y objetos conectados en su vida diaria. Su enfoque de la asistencia es, por tanto, proactivo, y no se trata sólo de prevenir accidentes, sino de mejorar su calidad de vida.

Estos mayores quieren soluciones que:

Integrarse de forma natural en su estilo de vida: no se trata de herramientas estigmatizantes o engorrosas.

Aportan un verdadero valor añadido: más allá de la seguridad, buscan servicios que ofrezcan comodidad, bienestar y autonomía.

Son evolutivos: se adaptan a sus necesidades actuales, pero también a las que puedan encontrar en el futuro.

  1. De la teleasistencia tradicional a las tecnologías inteligentes

La teleasistencia tradicional, a menudo basada en un medallón o una pulsera de alerta, ya no satisface plenamente a estos mayores. Buscan alternativas más avanzadas:

Ayuda proactiva: utilizando sensores inteligentes y dispositivos de IA, los sistemas pueden detectar comportamientos inusuales (caídas, inactividad prolongada) e intervenir incluso antes de que se active una alerta.

Objetos conectados multifuncionales: relojes inteligentes que, además de controlar la salud (frecuencia cardiaca, tensión arterial), también permiten localizar a la persona o realizar llamadas de emergencia.

Aplicaciones personalizadas: ofrecen recordatorios de citas, consejos de salud e incluso programas de fitness adaptados a tus necesidades.

  1. Una casa inteligente para la vida cotidiana

La domótica desempeña un papel clave en esta búsqueda de la independencia. Los nuevos mayores invierten en soluciones que transforman su hogar en un capullo tecnológico:

Iluminación automática: las luces se encienden y apagan según la presencia, evitando accidentes nocturnos.

Asistencia por voz: dispositivos como Alexa o Google Assistant responden a preguntas, hacen llamadas o controlan electrodomésticos.

Seguridad mejorada: las cámaras inteligentes y los sistemas de alarma conectados garantizan una vigilancia discreta pero eficaz.

  1. El bienestar ante todo: un enfoque holístico de la asistencia

Para estos mayores, la asistencia no es sólo seguridad. Buscan soluciones que enriquezcan su vida cotidiana:

Actividades físicas y cognitivas: las aplicaciones y equipos adecuados les ayudan a mantenerse activos física y mentalmente.

Conexión social: las plataformas digitales permiten a las personas permanecer conectadas con sus seres queridos o participar en comunidades online.

Apoyo emocional: algunos dispositivos incluyen funciones para combatir el aislamiento, como la conexión con grupos o asesores.

  1. Elección ética y responsable

Los nuevos mayores también tienen en cuenta aspectos como la privacidad de los datos y el impacto medioambiental de las soluciones que adoptan. Prefieren tecnologías que respeten su intimidad y tengan un diseño ecológico.

Conclusión

Los nuevos mayores encarnan una generación en plena transformación, decidida a vivir plena e independientemente. Al adoptar soluciones asistenciales innovadoras, están redefiniendo las normas del buen envejecer. Esta evolución, impulsada por su curiosidad y dinamismo, allana el camino a un mercado tecnológico cada vez más creativo e integrador. Lejos de ser meros usuarios, se están convirtiendo en los motores de una revolución de la asistencia.

Homelinks se basa en la inteligencia artificial para innovar con una nueva teleasistencia sin dispositivo que se lleva puesta y en conexión directa con tus seres queridos

VIVRE FM – ENTREVISTA RADIOFÓNICA

Festival SilverEco de Cannes – Mon Lien Visio anunciado como ganador de Silvernight 2021

Foto de familia de los premios SilverEco
Ganador en la categoría «Ayuda a los cuidadores

LA IMPORTANCIA DE LA CONFIANZA ENTRE EL CUIDADOR Y SUS SERES QUERIDOS

En el contexto de la asistencia a personas dependientes o vulnerables, la relación entre el cuidador y la persona asistida es fundamental. En el corazón de esta relación hay un elemento fundamental: la confianza. Ya sea en un entorno profesional, como los cuidadores a domicilio o en un hospital, o en un entorno familiar, crear y mantener la confianza es esencial para garantizar una asistencia eficaz, respetuosa y satisfactoria.

La confianza, base de un apoyo de calidad
La confianza es el pilar que permite a la persona ayudada sentirse segura y escuchada. Cuando la persona tiene confianza en el cuidador, es más probable que exprese sus necesidades, preocupaciones y sentimientos. Este clima de confianza fomenta la comunicación abierta, evitando malentendidos o frustraciones. En un entorno así, la persona ayudada se siente respetada y valorada, dos elementos cruciales para su bienestar psicológico.

Para el cuidador, la confianza mutua también es primordial. Le permite trabajar en un entorno en el que se reconocen sus esfuerzos y refuerza su motivación para prestar los mejores cuidados posibles. Sin esta confianza, el cuidador puede sentir que no es eficaz o que está infravalorado, lo que puede afectar a la calidad de la ayuda.

La confianza como motor de la autonomía
La relación de confianza también puede permitir a la persona asistida recuperar o mantener cierta forma de autonomía. Cuando confía en que el cuidador respeta sus límites, su ritmo y sus deseos, es más probable que tome iniciativas para participar activamente en su propio cuidado. Esto es especialmente importante en el contexto de la asistencia a domicilio, donde el objetivo suele ser preservar la autonomía de la persona asistida el mayor tiempo posible.

A cambio, un cuidador que confía en la persona con la que está la anima a ir más allá e intentar cosas nuevas. Así, la confianza mutua ayuda a crear un círculo virtuoso en el que la persona ayudada se siente capaz de superar sus dificultades, mientras que el cuidador puede acompañarla en su progreso con amabilidad.

Ética y confidencialidad
Otro aspecto crucial de la confianza es la cuestión de la confidencialidad. El cuidador, que a menudo se enfrenta a información muy personal sobre la persona a la que acompaña, debe respetar una estricta confidencialidad. Al respetar la intimidad de la persona asistida, consolida esta relación de confianza. Por el contrario, no hacerlo puede debilitar la relación y llevar a la persona asistida a cerrarse, dudar o desconfiar.

Para el cuidador, esta confianza implica también un enfoque ético, centrado en el respeto de las elecciones de la persona, aunque éstas no siempre se correspondan con su visión. La relación de ayuda es, ante todo, una relación de respeto a la voluntad del otro.

¿Cómo generas confianza?
Generar confianza implica varios pasos clave:

Escucha activa: escuchar las necesidades, miedos y expectativas de la persona a la que se ayuda sin juzgarla.
Transparencia: explicar claramente las acciones, cuidados o intervenciones que se van a llevar a cabo para evitar sorpresas o preocupaciones.
Paciencia: comprender que cada persona tiene su propio ritmo y respetarlo sin imponerle limitaciones innecesarias.
Empatía: ponerse en el lugar de la persona, comprender sus emociones y responder de forma adaptada a sus expectativas.

Conclusión
La confianza es la piedra angular de cualquier relación de ayuda. Permite que la persona se sienta segura, comprendida y respetada, al tiempo que proporciona un entorno de apoyo y respeto al cuidador. Es a través de esta relación de confianza como el cuidador y la persona asistida pueden construir un entorno en el que se preserven la autonomía, el bienestar y la dignidad.

El círculo de confianza es un elemento central de Homelinks que funciona como un motor de autonomía

LAS RAZONES DEL AISLAMIENTO SOCIAL DE LAS PERSONAS MAYORES

El aislamiento social de las personas mayores es un fenómeno preocupante que afecta a una parte importante de esta población en todo el mundo. Las consecuencias de este aislamiento pueden ser perjudiciales, tanto física como mentalmente. Varios factores contribuyen a esta realidad, y comprenderlos es esencial para actuar mejor.

1. Pérdida de seres queridos

Uno de los principales factores de aislamiento social entre los mayores es la pérdida de pareja, amigos o familiares. A medida que envejecemos, es frecuente que se reduzca el círculo social, lo que puede provocar sentimientos de soledad y desesperación.

2. Movilidad reducida

Muchas personas mayores tienen problemas de movilidad que limitan su capacidad para salir e interactuar con el mundo exterior. El dolor físico, la artritis u otras enfermedades pueden dificultar los desplazamientos, creando una barrera para la socialización.

3. Jubilación y cambio de estilo de vida

La jubilación suele marcar un punto de inflexión importante en la vida de las personas. Para muchos, dejar el lugar de trabajo significa perder las interacciones habituales con los compañeros. Este cambio puede ser difícil de sobrellevar, sobre todo si el individuo no tiene actividades alternativas para mantener los vínculos sociales.

4. La tecnología

El auge de las tecnologías de la comunicación, aunque beneficioso para algunos, también puede agravar el aislamiento social. Muchos mayores no dominan las herramientas digitales, lo que les impide mantenerse en contacto con sus seres queridos. La brecha digital es, por tanto, una importante barrera para la socialización.

5. Cuestiones de salud mental

Los trastornos mentales, como la depresión y la ansiedad, son frecuentes entre los mayores y pueden agravar el aislamiento social. Estos trastornos pueden dificultar el establecimiento de nuevas relaciones sociales o la participación en actividades comunitarias.

6. Falta de oportunidades sociales

En algunas comunidades pueden faltar infraestructuras o actividades adecuadas para los mayores. Los centros de ocio, los clubes o las actividades intergeneracionales suelen ser inadecuados, lo que limita las oportunidades de conocer a otras personas.

7. Estigma y prejuicio

Las personas mayores también pueden enfrentarse a estereotipos negativos, que pueden disuadirlas de participar socialmente. El miedo a ser juzgados o a no ser comprendidos puede llevarles a retraerse aún más.

Conclusión

El aislamiento social de las personas mayores es una cuestión compleja que requiere especial atención. Comprendiendo las distintas causas de este aislamiento, es posible desarrollar estrategias eficaces para fomentar la socialización y mejorar la calidad de vida de las personas mayores. Las iniciativas basadas en la comunidad, el apoyo familiar y la educación en el uso de las nuevas tecnologías pueden desempeñar un papel crucial en la lucha contra el aislamiento social. Juntos, podemos crear un entorno inclusivo que valore y respete a los mayores.

Homelinks aborda directamente los factores de movilidad reducida, tecnología y falta de oportunidades sociales

CUIDADORES FAMILIARES A DISTANCIA: COMPROMISO SIN FRONTERAS POR LAS PERSONAS MAYORES Y DISCAPACITADAS

Cuidar de un familiar anciano o discapacitado suele ser un acto de amor y devoción incondicionales. Pero, ¿qué ocurre cuando este compromiso se ve desafiado por la distancia geográfica? Los cuidadores familiares a distancia se enfrentan a un conjunto único de retos y emociones mientras se esfuerzan por proporcionar el mejor apoyo posible a sus seres queridos a pesar de la distancia que los separa.

Lejos pero cerca: los retos de los cuidadores familiares a distancia

  1. Sentimiento de impotencia: Estar lejos de un ser querido que necesita cuidados puede hacer que los cuidadores se sientan impotentes. Pueden sentirse culpables por no estar físicamente presentes para ayudar o tomar decisiones importantes.
  2. Comunicación limitada: La distancia puede obstaculizar la comunicación efectiva entre el cuidador y la persona cuidada, lo que puede dificultar el seguimiento de la salud y el mantenimiento de una relación estrecha.
  3. Gestión logística: Organizar y coordinar la asistencia a distancia puede ser complejo. Encontrar soluciones asistenciales, supervisar a los profesionales sanitarios y coordinar las citas médicas requiere una planificación cuidadosa y una comunicación constante.
  4. Aislamiento: Los cuidadores familiares a distancia pueden sentirse aislados, sobre todo si no tienen apoyo local. La distancia también puede alejarles de su familia y de su red de apoyo social.

El poder de la conexión a distancia: cómo puede ayudar la tecnología

  1. Videollamadas: Las videollamadas permiten a los cuidadores ver y hablar con sus seres queridos, reforzando el vínculo emocional a pesar de la distancia.
  2. Control sanitario a distancia: Los dispositivos médicos conectados y las aplicaciones de control sanitario permiten a los cuidadores controlar los parámetros vitales y seguir la evolución médica de sus seres queridos a distancia.
  3. Plataformas de coordinación asistencial: Las plataformas en línea facilitan la coordinación asistencial permitiendo a los cuidadores programar citas médicas, compartir información con los profesionales sanitarios y gestionar los medicamentos a distancia.
  4. Grupos de apoyo en línea: Los foros de debate y los grupos de apoyo en línea ofrecen a los cuidadores un lugar donde compartir sus experiencias, obtener asesoramiento y conectar con otras personas en situaciones similares.

Conectar a pesar de la distancia: Conclusión

Ser cuidador a distancia puede ser un reto emocional y logístico, pero eso no significa que el compromiso sea menor. Al contrario, los cuidadores familiares a distancia muestran una notable determinación y dedicación al superar los obstáculos para apoyar a sus seres queridos. Gracias a los avances tecnológicos y a una sólida red de apoyo, los cuidadores familiares a distancia pueden permanecer conectados con sus seres queridos y ofrecerles un apoyo inestimable, incluso a kilómetros de distancia.

AU SECOURS MES PARENTS VIEILLISSENT _ PODCAST PARA CUIDADORES DE PADRES DEPENDIENTES

Gracias a Franck de Dieuleveult por presentar @homelinks en el podcast https://podcasters.spotify.com/pod/show/evita12 para #cuidadores de familiares dependientes y por trabajar para facilitar la vida a los cuidadores y a sus #vecinos.

Para saber más sobre @monlienvisio de @homelinks.eu, escucha el podcast 👇👇
https://urls.fr/YXuFsy

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Autora ganadora del premio del libro Enedis por mi testimonio en la guía práctica «Devenir Le Parent de son Parent», Christelle Evita alerta a las empresas de los riesgos económicos y sociales de no incluir a los cuidadores asalariados… porque en 2030, 1 de cada 4 trabajadores será cuidador, frente a 1 de cada 6 en la actualidad (DREES).

Para organizar actos de sensibilización en tu empresa, ponte en contacto con Christelle Evita
Para encargar su libro https://lnkd.in/exR9nCU8

#aidant

EL AISLAMIENTO DE LOS INQUILINOS MAYORES EN LOS EDIFICIOS: UN DESAFÍO AL USO EXCLUSIVO DE LO DIGITAL POR PARTE DE LOS PROPIETARIOS

El aislamiento de los mayores es un problema social creciente, y una de las causas que a menudo se pasa por alto es cómo se comunican los propietarios con sus inquilinos ancianos. Aunque la transición digital ha facilitado la gestión inmobiliaria, también ha contribuido a dificultar aún más el acceso a la información y los servicios para una parte importante de la población mayor, sobre todo la que vive en inmuebles. La falta de soluciones de comunicación alternativas adecuadas puede conducir a un profundo aislamiento, a menudo agravado por la falta de interacciones humanas en la vida cotidiana.

Comunicación digital cada vez más exclusiva

Cada vez más arrendadores, ya sean privados, públicos o grandes gestores inmobiliarios, utilizan la tecnología digital para gestionar sus propiedades. Ofertas de vivienda, información práctica, actualizaciones sobre el estado del inmueble, trámites administrativos e incluso gestión de pagos, ahora todo está desmaterializado. Esta evolución, muy beneficiosa en una sociedad digital, plantea un gran problema a las personas mayores, sobre todo a las que son inquilinas de un edificio.

Los residentes de más edad, a menudo menos familiarizados con las herramientas digitales, pueden encontrarse en una situación de exclusión. Para ellos, acceder a un portal de alquiler online o recibir una notificación por correo electrónico no es una opción viable. Muchos de ellos no tienen el equipo necesario, o simplemente no saben cómo utilizarlo, ya sea para consultar el alquiler, informar de una avería o incluso asistir a las reuniones del condominio. Esta brecha digital les priva no sólo de información esencial, sino también de un vínculo social que, más allá del aspecto funcional, tiene una dimensión humana fundamental.

El impacto del aislamiento en el bienestar de los mayores

El aislamiento social y digital tiene un impacto directo en la calidad de vida de los mayores. Sin una comunicación fácil y accesible con su arrendador, pueden sentirse invisibles y desatendidos. Una persona mayor que no puede resolver una simple avería en su vivienda o que no recibe información sobre la gestión del edificio, como obras previstas o cambios en el reglamento de la comunidad, puede sentirse rápidamente excluida, incluso desatendida.

El aislamiento digital también contribuye a agravar la soledad social, al reducir las oportunidades de interacción incluso a distancia. Cuando la única forma de comunicarse con el propietario es a través de un correo electrónico o un formulario en línea, muchos mayores ya se sienten vulnerables e incapaces de buscar la ayuda que necesitan. Sin contacto humano directo, pueden sentirse rápidamente ignorados y desconectados de la vida del edificio, lo que crea una sensación de inutilidad y puede incluso conducir a problemas de salud mental como la depresión.

Soluciones a aplicar

Es esencial que los propietarios y gestores de inmuebles tomen conciencia de este problema y pongan en marcha soluciones adecuadas para garantizar una comunicación inclusiva. He aquí algunas ideas para colmar esta laguna:

Multicanal: Diversificar los modos de comunicación
Además de las herramientas digitales, es esencial mantener los canales de comunicación tradicionales: correo postal, llamadas telefónicas e incluso visitas a domicilio en algunos casos. Los administradores de edificios pueden organizar llamadas físicas o reuniones periódicas con sus inquilinos más antiguos para responder a sus preguntas.

Soporte digital
Ofrecer servicios de apoyo para el uso de herramientas digitales, como talleres o sesiones de formación, puede ayudar a los mayores a familiarizarse con las tecnologías. Esto les permitiría acceder más fácilmente a la información en línea, manteniendo al mismo tiempo un vínculo con su gestor.

Creación de un equipo dedicado a ayudar a las personas mayores
Para los inquilinos especialmente vulnerables, podrían crearse personas de contacto dedicadas y formadas para atender a este grupo de edad. Estas personas se encargarían de comunicarse con los mayores de forma personalizada, atender sus necesidades y apoyarles en sus trámites administrativos.

Reforzar los lazos comunitarios dentro de los edificios
También es crucial fomentar iniciativas que favorezcan la socialización de los mayores dentro del edificio. Los actos periódicos, los grupos de discusión o incluso los voluntarios que visitan a los inquilinos mayores pueden ayudar a abordar el aislamiento social.

Conclusión

El problema del aislamiento de los inquilinos mayores en los edificios, agravado por una comunicación exclusivamente digital, requiere concienciación y una acción proactiva por parte de los propietarios y gestores de edificios. Diversificando los canales de comunicación y situando a las personas en el centro de la gestión de los alquileres, es posible reducir este aislamiento y reforzar el bienestar de los mayores, ofreciéndoles una solución a la vez práctica, respetuosa e integradora. Para que la transición digital sea realmente beneficiosa para todos, debe hacerse respetando las necesidades y realidades de cada inquilino, independientemente de su edad.

Todos los donantes utilizan Homelinks para comunicarse con sus inquilinos mayores en relación con sus equipos in situ y los cuidadores