LOS CUIDADORES DESEMPEÑAN UN PAPEL ESENCIAL EN NUESTRA SOCIEDAD, PRESTANDO UN APOYO CRUCIAL A LAS PERSONAS MAYORES Y DEPENDIENTES.

Sin embargo, a menudo esta tarea puede ir acompañada de diversas dificultades y retos, tanto físicos como mentales. Éstas son algunas de las dificultades habituales a las que pueden enfrentarse los cuidadores al atender a personas mayores:

  1. Esfuerzo físico: Cuidar a ancianos puede ser físicamente exigente, sobre todo si la persona necesita ayuda con tareas cotidianas como lavarse, moverse o incluso comer. Esto puede provocar fatiga física y una mayor tensión en el cuerpo del cuidador.
  2. Carga emocional: Cuidar de una persona mayor también puede ser emocionalmente agotador. Los cuidadores pueden sentirse abrumados por las responsabilidades, y verles sufrir enfermedades crónicas o mentales puede ser extremadamente difícil emocionalmente. Además, la perspectiva de ver empeorar a un ser querido puede provocar ansiedad, tristeza e incluso depresión en el cuidador.
  3. Aislamiento social El papel de cuidador puede aislar socialmente. Los cuidadores pueden dedicar la mayor parte de su tiempo y energía al cuidado de la persona mayor, lo que puede conducir a una falta de tiempo para socializar o participar en actividades sociales. Esto puede provocar sentimientos de soledad y aislamiento.
  4. Presión económica: Cuidar de los ancianos también puede acarrear dificultades económicas para los cuidadores, debido a los costes asociados a la asistencia sanitaria, la medicación, las modificaciones en el hogar y los servicios de apoyo. Algunos cuidadores pueden incluso tener que reducir sus horas de trabajo o dejar de trabajar por completo para atender a la persona mayor, lo que puede tener un impacto significativo en sus finanzas.
  5. Falta de apoyo: Muchos cuidadores se sienten solos y desamparados por falta de apoyo del sistema sanitario o de la sociedad en general. Pueden tener dificultades para encontrar recursos apropiados o para obtener ayuda para aliviar su carga de trabajo, lo que puede aumentar su estrés y agotamiento.

En resumen, aunque el papel de los cuidadores es crucial para el bienestar de las personas mayores, es importante reconocer y comprender los retos a los que se enfrentan. Proporcionar un apoyo adecuado a los cuidadores, ya sea a través de servicios de apoyo como Homelinkso recursos económicos, es esencial para garantizar que puedan seguir prestando cuidados de calidad, manteniendo al mismo tiempo su propio bienestar.

¿QUÉ CAMBIARÁ PARA LOS EMPLEADOS QUE SON CUIDADORES CUANDO PIDAN EXCEDENCIA?

En este permiso se incluye un subsidio diario para cuidadores cercanos (Ajpa), que asciende a 64,54 euros.

Los trabajadores por cuenta ajena que hacen una pausa en el trabajo para cuidar a un familiar con discapacidad o pérdida de autonomía se han beneficiado de la prestación y el permiso por «cuidado cercano». A partir de 2025, se modificarán las normas actuales.

Un avance significativo. En 2017, la excedencia por apoyo familiar fue sustituida por la excedencia por cuidado de familiares. Esto da a los empleados que interrumpen su empleo para cuidar a un familiar con discapacidad o pérdida de autonomía la oportunidad de disfrutar de un permiso de un máximo de 3 meses. El empresario no puede denegar el permiso.

El trabajador recibe una prestación diaria de 64,54 euros durante un periodo de 66 días, independientemente del número de familiares a los que ayude. En 2024, entre 8 y 11 millones de personas declararán prestar asistencia regular a un familiar con discapacidad o pérdida de autonomía. Las normas actuales se modificarán en 2025, según un decreto publicado el sábado 6 de julio.

CAMBIOS POSITIVOS

A partir del 1 de enero de 2025, un trabajador que haya alcanzado el periodo máximo de 66 días podrá ser compensado por un periodo adicional si necesita ayudar a otro familiar. Según el decreto, podrán solicitar la renovación del derecho al subsidio diario para cuidadores allegados si «prestan asistencia a una persona distinta de aquella por la que ya han percibido este subsidio». Esto será por otros 66 días.

Hay que tener en cuenta que el número máximo de dietas abonadas a un beneficiario no puede superar los 264 días a lo largo de la carrera del trabajador, lo que supone un aumento de 198 días respecto a la norma actual.