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LA NECESIDAD DE LOS LAZOS FAMILIARES Y DE LA ASISTENCIA A DISTANCIA: LA IMPORTANCIA DE UNA TECNOLOGÍA ACCESIBLE PARA LOS CUIDADORES DE FRANCESES RESIDENTES EN EL EXTRANJERO, DE FRANCESES DE ULTRAMAR Y DE FRANCESES RESIDENTES EN EL EXTRANJERO

En un mundo en el que la movilidad internacional y la distancia geográfica entre las familias son cada vez más frecuentes, mantener fuertes lazos familiares con parientes ancianos o discapacitados se está convirtiendo en una cuestión vital. Esta necesidad es especialmente acuciante para

  • Franceses residentes en el extranjero
  • franceses de origen extranjero de segunda o tercera generación
  • así como para los franceses de los departamentos y regiones de ultramar (DROM) de Guadalupe, Guayana Francesa, Reunión, Martinica, Mayotte, las colectividades de ultramar (COM) de San Bartolomé, San Martín, San Pedro y Miquelón, el territorio de ultramar (TOM) de Wallis y Futuna y los países de ultramar dentro de la República (POM) de Polinesia Francesa y Nueva Caledonia que viven en Francia continental.

Todos estos grupos se enfrentan a complejos retos a la hora de apoyar a sus seres queridos, sobre todo cuando están lejos, ya sea por motivos geográficos o culturales. Para apoyar a estos cuidadores, la ergonomía de las herramientas tecnológicas se está convirtiendo en una condición esencial. Es esencial que las soluciones digitales utilizadas para mantener los lazos familiares y ofrecer asistencia a distancia sean accesibles, incluso para los menos tecnófilos. Esto no sólo reforzaría el vínculo social con los seres queridos, sino que también respondería a una necesidad creciente de asistencia a distancia para las personas mayores o discapacitadas.

La distancia geográfica: un reto para los vínculos sociales y la vida cotidiana

Según el INSEE, unos 3,6 millones de franceses viven en el extranjero, muchos de los cuales se enfrentan a la necesidad de mantener a sus familiares ancianos o discapacitados que permanecen en Francia. Además, se calcula que hay unos 400.000 franceses de ultramar viviendo en la Francia continental, y cerca de 10 millones de franceses de origen extranjero (Italia, España, Portugal, Polonia, Europa del Este, África, Oriente Medio o Asia) en la Francia continental. Tanto para los padres ancianos que viven en Francia como en el extranjero o en los territorios franceses de ultramar, la distancia geográfica crea una gran dificultad para mantener los estrechos vínculos que son esenciales, tanto emocional como prácticamente.

Las personas mayores o discapacitadas, que a menudo son dependientes en su vida diaria, necesitan cuidados regulares, supervisión e interacción social para evitar el aislamiento. Sin embargo, cada vez es más difícil que sus hijos o familiares les presten asistencia directa, debido a la distancia que les separa.

Los cuidadores: Un papel crucial, pero una pesada carga

En Francia, los cuidadores familiares están en el centro del sistema de ayuda a las personas mayores y discapacitadas. Según el Observatoire des aidants, en Francia hay unos 11 millones de cuidadores, el 70% de los cuales son familiares. Su función es prestar apoyo cotidiano, ya sea administrando cuidados, gestionando la medicación o ayudando en las tareas de la vida diaria. Este apoyo es de vital importancia para las personas mayores y las personas con discapacidad, cuya necesidad de asistencia aumenta con la edad.

Sin embargo, para los franceses que viven en el extranjero, o los que viven en la Francia continental con familiares que se han quedado en ultramar o en el extranjero, los cuidadores familiares se encuentran con la barrera de la distancia. Estos cuidadores se encuentran en una situación delicada: por un lado, tienen que prestar apoyo emocional y logístico a sus seres queridos y, por otro, a menudo no pueden estar físicamente presentes debido a la distancia.

La tecnología como solución para los vínculos sociales y la teleasistencia

En este contexto, la tecnología ofrece soluciones innovadoras, pero para que sean realmente eficaces, deben ser accesibles y sencillas de utilizar, incluso para los cuidadores o las personas mayores que no estén familiarizados con las herramientas digitales. Un estudio realizado por la Fondation Médéric Alzheimer en 2022 muestra que el 40% de los cuidadores familiares en Francia ya utilizan herramientas digitales para mantenerse en contacto con sus seres queridos. Sin embargo, esta solución no siempre es adecuada para todo el mundo, sobre todo para las personas mayores o los cuidadores poco familiarizados con la tecnología. Por tanto, la accesibilidad y la ergonomía son criterios esenciales.

Cuestiones de ergonomía y accesibilidad

La tecnología accesible para todos debe ser fácil de usar, intuitiva y requerir una formación mínima. Las soluciones digitales deben diseñarse de forma que no desanimen a los usuarios menos familiarizados con la tecnología. Esto incluye interfaces sencillas, instrucciones claras y funcionalidades adaptadas a las personas mayores o a los cuidadores familiares no especializados.

Por ejemplo, las aplicaciones de teleasistencia o monitorización de cuidados deben ofrecer interfaces muy visuales, con opciones de voz y texto fáciles de entender. Además, las herramientas de comunicación, como las videollamadas, deben tener una interfaz sencilla que facilite la conexión, con un mínimo de pasos. Esto facilitaría el vínculo social entre los cuidadores y sus seres queridos, al tiempo que garantizaría una supervisión médica a distancia más fluida y menos restrictiva.

Las plataformas de telemedicina son otro ejemplo de herramienta esencial, que permite a los cuidadores consultar a profesionales sanitarios a distancia, sin tener que organizar desplazamientos. Según una encuesta de la Fédération Française des Aidants, casi el 65% de los cuidadores de Francia utilizan herramientas digitales para controlar la salud de sus seres queridos y gestionar sus cuidados. Estas plataformas deben ser fáciles de usar, con apoyo personalizado para los cuidadores que no estén familiarizados con la tecnología.

Los retos de los cuidadores franceses de origen extranjero y de los franceses de ultramar

Los franceses de origen extranjero de segunda y tercera generación que viven en Francia continental, así como los franceses de ultramar que viven en Francia continental, se enfrentan a un doble reto: mantener los vínculos con sus familiares estando geográfica y culturalmente alejados. Estas poblaciones, a menudo alejadas de sus familias y de sus raíces culturales, sienten aún más la necesidad de garantizar el bienestar de sus padres que han permanecido en sus países de origen.

También en este caso, la tecnología puede satisfacer algunas de las necesidades, siempre que esté diseñada para superar los problemas de accesibilidad. Las soluciones tecnológicas deben tener en cuenta las diferencias culturales y lingüísticas, y ser capaces de ofrecer servicios adaptados a las características específicas de la Francia de ultramar y de los países de origen. Por ejemplo, los sistemas de teleasistencia pueden ser especialmente útiles para las personas mayores que viven en zonas más aisladas, donde la atención especializada es menos accesible.

Una solución innovadora: Mon Lien Visio y el crédito fiscal para reducir los gastos de bolsillo

Uno de los principales retos de la teleasistencia reside en los costes asociados a las tecnologías de apoyo, sobre todo para las familias que desean suscribirse a servicios como la teleasistencia o las herramientas de videocomunicación. Sin embargo, soluciones como Mon Lien Visio, que ofrece una suscripción para mantener un vínculo visual y un seguimiento a distancia entre los cuidadores y sus seres queridos, abordan este problema. Además de ofrecer un servicio de calidad que permite mantener una comunicación regular y fluida, Mon Lien Visio permite a sus abonados beneficiarse de una desgravación fiscal del 50% sobre el coste de la suscripción, aplicable a toda la familia, tanto en Francia como en el extranjero. El objetivo de este incentivo fiscal es reducir los gastos de bolsillo de las familias que invierten en soluciones de teleasistencia, haciendo estos servicios más accesibles a un mayor número de cuidadores.

El crédito fiscal para servicios como Mon Lien Visio es un importante paso adelante, porque hace más asequible el acceso a herramientas digitales que ayudan a las personas a mantenerse en contacto con sus familiares ancianos o discapacitados. Este apoyo fiscal puede proporcionar una ayuda inestimable a muchas familias, sobre todo a las que no son muy expertas en tecnología, al reducir el impacto financiero de estos servicios esenciales.

Conclusión

Para los franceses que viven en el extranjero, los franceses de segunda o tercera generación de origen extranjero y los franceses que viven en el extranjero, mantener fuertes lazos familiares y prestar apoyo a familiares ancianos o discapacitados es un reto complejo. La tecnología ofrece una respuesta poderosa, pero para que sea realmente eficaz, debe diseñarse de forma sencilla y accesible, incluso para los menos tecnófilos. Hay que esforzarse por garantizar que los cuidadores, independientemente de su ubicación geográfica o de su familiaridad con la tecnología, puedan hacer el mejor uso de estas herramientas. De este modo, reforzaremos el apoyo a las personas mayores y discapacitadas, al tiempo que preservamos los lazos familiares en la distancia. La desgravación fiscal que ofrecen soluciones como Mon Lien Visio también facilitará este proceso, al hacer estos servicios más accesibles económicamente a un mayor número de familias y cuidadores.

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